El bienestar de nuestras comunidades escolares es fundamental. Uno de sus aspectos principales es la salud mental. Sin embargo, se estima que el 20% de los niños, niñas y adolescentes sufren de algún problema de salud mental. Luego de 2 años sin presencialidad en la educación, el problema se ha agudizado. Esto se evidencia en episodios de violencia y aumento de licencias docentes, entre otros. Las comunidades educativas requieren urgentemente mejorar sus niveles de bienestar. Nuestra solución combina una medición del bienestar con formación y acompañamiento, adaptable para cada comunidad. La medición se realiza mediante tests psicométricos de la más alta calidad que, al ser digitales y auto-reportados, son fácilmente escalables. La formación contempla técnicas basadas en evidencia científica, la selección de las cuales se adapta según el diagnóstico. Mediciones pre y post intervención permiten cuantificar nuestro impacto y adaptarnos a la evolución de las comunidades.